Los jóvenes afros viven más en las
urbes, sobre todo las mujeres. En los departamentos de la Costa Pacífica
las mujeres son mayoría en los cascos urbanos y centros poblados; Cauca
y Nariño están entre los departamentos donde hay más jóvenes afros en
zonas rurales; son los hombres los que más habitan en zonas poco
urbanizadas, muy posiblemente realizando labores de campo. El Valle del
Cauca, aparte de ser el destino más frecuentado por los jóvenes de la
Costa Pacífica por causa de búsqueda de oportunidades laborales, también
lo fue por causa de amenazas para la vida de los jóvenes y por
necesidad de educación; entre los años 2001 y 2005, este Departamento
soportó una fuerte presión migratoria de todos los departamentos de la
región.
En las comunidades Afro, se da
“presencia de actores armados ilegales que prohíben la celebración de
expresiones de duelo y festividades comunitarias; se presenta pérdida de
autoestima por abusos sexuales, debilitamiento de la práctica de la
tradición oral, pérdida en el reconocimiento de la autoridad tradicional
y familiar, dificultad para ejercer el control y gobernabilidad
territorial, incorporación de valores ajenos y prácticas consumistas, lo
cual conlleva al abandono de los conocimientos ancestrales y escaso
interés de los jóvenes en aprender prácticas tradicionales, desinterés
por los rituales, fiestas, danzas y cantos propios. Igualmente, se
presenta limitación para ejercitar la práctica organizativa local y
regional por parte de las comunidades, así como dificultad para
construir alianzas con otras organizaciones y con otros sectores
sociales y no se reconocen los Consejos Comunitarios como primera
autoridad del territorio”.
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